En los últimos tiempos, el alquiler de locales se ha llegado a abaratar hasta un 50% en determinadas zonas, dependiendo de la cantidad de bajos que pueda haber vacíos en un momento y zona concreta. La reducción de los precios a la hora de ofrecer el alquiler de locales se debe a que, cada vez más, los dueños piensan que más vale un local alquilado a bajo precio que un local completamente cerrado que lejos de dar beneficios solo supone una serie de gastos adicionales.
A pesar de esta bajada, lo cierto es que todavía no se ha producido ningún boom que apunte hacia un incremento notorio de la actividad si bien es cierto que comienza a apreciarse cierto movimiento e incremento pero muy leve. Y es que antes por un local bien situado se podía llegar a pagar entre 1.500 y 1.600 euros, mientras que ahora el precio rondaría los 800 euros.
Si antes los propietarios no querían negociar y presentaban un precio de alquiler inamovible, lo cierto es que ahora sí que se muestran más dispuestos a negociar. Una negociación que va más allá del propio precio del alquiler y que pasa por las condiciones e incluso el hecho de ofrecer periodos de carencias de pago para facilitar la tarea de arrendamiento.
Aspectos como la grave crisis económica y el hecho de que haya tal cantidad de locales completamente vacíos han hecho que, por un lado, la gente opte menos por la opción del alquiler y, por otra parte, que los propios dueños cada vez tengan menos posibilidades de que un posible arrendador acabe en su local para alquilar en lugar de en el local de al lado. Competencia cada vez mayor y menos medios para poder pagar un alquiler han hecho que el precio de los locales en alquiler disminuya a este nivel.
